miércoles, 10 de junio de 2009

La escultura en Grecia

La escultura en Grecia

La escultura griega alcanzó el ideal de la belleza artística hasta donde pudo llegar por si solo el ingenio humano. Aunque Grecia floreció en todas las Bellas Artes, ninguna le distingue tanto como la escultura.

Cultivó el arte griego todos los géneros de escultura, adoptando con predilección el mármol y el bronce como material escultórico y tomando como asuntos principales los mitológicos y los guerreros a los cuales añadió en su última época el retrato de personajes históricos.

Forman su característica en los mejores tiempos del Arte (los de Fidias) la expresión de la realidad idealizada, la regular proporción orgánica, el alejamiento de lo vago y monstruoso, la precisión en los contornos y detalles, la armonía y belleza en las formas y la finura en la ejecución.

martes, 9 de junio de 2009

La arquitectura en Grecia


La arquitectura Griega

Los arquitectos griegos se esforzaron por crear espacios para la vida colectiva de gran belleza y perfección. Sus dimensiones reducidas, pensadas a la medida del ser humano, sin representar el monumentalismo de otras construcciones, como las pirámides egipcias.

Una arquitectura adintelada

Los griegos no usaron ni el arco ni la bóveda. El diseño de sus edificios se basaba en la unión de columnas verticales y vigas horizontales, que reciben el nombre de arquitrabe o dintel. Por eso decimos que la arquitectura griega es arquitrabada o adintelada.

Los órdenes arquitectónicos

Los griegos identificaban la belleza con la armonía y la proporcionalidad. Así, crearon los órdenes o estilos arquitectónicos, es decir, las diferentes maneras de disponer los elementos de la fachada de un edificio según una proporción y un orden establecido.
El orden dórico era sobrio, sin adornos en sus corpulentas columnas. El orden jónico destacaba por su esbeltez y la riqueza de su decoración, como las columnas volutas. El orden corintio era una variedad del jónico, que se distinguía por su capitel de hojas acanto.

El arte y La cultura cLásica

El Arte clásico y la Cultura clásica, o la Civilización clásica, son los nombres con que se designan las producciones intelectuales de la Antigüedad clásica o greco-romana (Antigua Grecia, Antigua Roma, aunque diversas, fuertemente identificadas entre sí). Sus artes y cultura en el Renacimiento fueron consideradas clásicas, es decir, dignas de imitación (mímesis), como todo lo que es classicus (en latín: perteneciente a una clase, particularmente a una clase superior respecto de otra inferior), o sea, lo que debe tomarse como modelo por ser de calidad superior. Tales fueron el Arte griego y el Arte romano, o bien la cultura grecorromana, concepto que engloba a la cultura griega o helénica y a la cultura romana (mientras que los conceptos de cultura helenística y cultura latina tienen un significado propio).
Arte y cultura clásicos son conceptos que incluyen la literatura clásica o grecorromana: las distintas formas de la literatura griega y la literatura latina (como la poesía, el teatro, la historia historiografía clásica y la filosofía filosofía griega, filosofía helenística); y en el ámbito del arte no sólo las denominadas bellas artes, sino también todas las artes menores (extendiéndose a veces a toda la cultura material).
También forman parte de la civilización clásica o civilización greco-romana los demás rasgos de su cultura, creencias (mitología clásica mitología griega, mitología romana) e incluso de su vida cotidiana (Costumbres de la Antigua Grecia, Costumbres de la Antigua Roma), así como su economía, sociedad y organización política, militar y religiosa (religión griega, religión romana), especialmente las instituciones griegas y las instituciones romanas.
Sus límites temporales son tan imprecisos como los de la edad que le corresponde: del siglo VIII a. C. al siglo V d. C.; o bien terminando en el siglo III d. C. (pues desde el siglo IV d. C. comenzaría la hegemonía cultural del cristianismo); o bien comenzando en el III milenio a. C. (incluyendo así la civilización minoica y la civilización micénica). Personalizando en dos autores, la cultura clásica incluiría desde Homero hasta Apuleyo; en dos obras, desde el palacio de Cnosos hasta la Columna Trajana.
En Grecia, se reserva el nombre de periodo clásico al que se conoce como siglo de Pericles (de mediados del siglo V a. C. a mediados del siglo IV a. C., mientras que para Roma se hace lo propio desde los últimos siglos de la República Romana (siglo II a. C.) hasta los primeros siglos del Imperio Romano, con los Antoninos (siglo II d. C.).
En la periodización del Arte antiguo, específicamente para el arte occidental, se suele identificar el periodo pre-clásico (civilizaciones del Antiguo Oriente Próximo), el periodo clásico (arte griego y romano) y el periodo post-clásico (arte de la Antigüedad Tardía: tardorromano, paleocristiano y bizantino).

El culto

El culto privado

En grecia, el culto privado tenía un papel muy importante y estaba dirigido por el padre de cada familia. Además era frecuente acudir a los templos para hacer ofrendas y sacrificios.

El culto público

Cada ciudad estaba protegida por una divinidad a la que se rendía culto público, con sacrificios y procesiones.

El culto panhelénico

También existian cultos panhelénicos, reconocidos por todas las ciudades griegas, que se celebraban en los santuarios.
Los cultos mas famosos eran los juegos olímpicos , en honor a Zeus.

Los griegos en la Península Ibérica

En el siglo VII a.C., los griegos fundaron colonias en las costas mediterráneas de la Península Ibérica. Las más importantes fueron Rhode, Emporion, Hemeroskopeion y Mainake.
Desde sus colonias, instauraron un próspero comercio con los pueblos indígenas (tartessos, iberos). Entre los productos que comerciaban, los más preciados eran el oro, la plata, el cobre y el estaño.
El contacto con los griegos supuso para estos pueblos grandes avances: La difusión de la vid y el olivo, el conocimientode nuevas técnicas y la introdución de la moneda y de la escritura

Las conQuistas de Alejandro Magno


La Acrópolis de Atenas

La Acrópolis
En el siglo V a.C., Atenas se convirtió en una gran polis y quiso mostrar la superioridad de su sistema político y social, embelleciendo su ciudad y acogiendo a filósofos y artistas.
La Acrópolis era una colina donde se instalaron los primeros atenienses y alrededor del cual se levantó la primitiva ciudad de Atenas.
Después del incendio de Atenas los persas durante las Guerras Médicas, los atenienses reconstruyeron la ciudad, levantaron altas murallas alrededor de la Acrópolis y convirtieron este espacio en un centro religioso.
Grandes artistas como el arquitecto Ictinos y el escultor Fidias participaron en el proyecto de reconstrucción.

La Grecia heLenística

Período helenístico
Se denomina período helenístico (también llamado alejandrino) a una etapa histórica de la Antigüedad, cuyos límites cronológicos vienen marcados por dos importantes acontecimientos políticos: la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y el suicidio de la última soberana helenística, Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco Antonio, tras su derrota en la batalla de Accio (30 a. C.). Es la herencia de la cultura helénica de la Grecia clásica que recibe el mundo griego a través de la hegemonía y supremacía de Macedonia, primero con la persona de Alejandro Magno, y después de su muerte con los diádocos (διάδοχοι) o sucesores, los reyes de las tres grandes dinastías: Ptolemaica, Seléucida y Antigónida. Estos soberanos supieron conservar y alentar el espíritu griego tanto en las artes como en las ciencias. Entre la gente culta y de la aristocracia «lo griego» era lo importante y en este concepto educaban a sus hijos. El resto de la población de estos reinos tan dispares (Egipto, Siria, Macedonia) no participaba del helenismo y continuaba con sus costumbres, su lengua y sus religiones. Las ciudades-estado griegas (Atenas, Esparta, Tebas…) habían llegado al declive y habían sido sustituidas en importancia por las ciudades modernas de Alejandría, Pérgamo y Antioquía, cuyo urbanismo y construcción no tenían nada que ver con las anteriores. En todas ellas se hablaba la lengua griega, llamada koin(κoινης), que es un un adverbio griego que significa común, comúnmente. Vale decir, la lengua común o panhelénica, principal vehículo de cultura.
Suele ser considerado como un período de transición entre el declive de la época clásica griega y el ascenso del
poder romano. Sin embargo, el esplendor de ciudades como Alejandría, Antioquía o Pérgamo, la importancia de los cambios económicos, el mestizaje cultural, y el papel dominante del idioma griego y su difusión, son factores que modificaron profundamente el Oriente Medio antiguo en esta etapa. Esta herencia cultural será asimilada por el mundo romano, surgiendo así con la fusión de estas dos culturas lo que se conoce como cultura clásica, fundamento de la civilización occidental.
El término helenístico fue utilizado por primera vez por el historiador alemán
Johann Gustav Droysen en Geschichte des Hellenismus (1836 y 1843), a partir de un criterio lingüístico y cultural, es decir, la difusión de la cultura propia de las regiones en las que se hablaba el griego (ἑλληνίζειν – hellênizein), o directamente relacionadas con la Hélade, a través del propio idioma, un fenómeno alentado por las clases gobernantes de origen heleno de aquellos territorios que nunca tuvieron relación directa con Grecia, como pudo ser el caso de Egipto, Bactriana o los territorios del Imperio Seléucida. Este proceso de helenización de los pueblos orientales, y la fusión o asimilación de rasgos culturales orientales y griegos, tuvo continuidad, como se ha mencionado, bajo el Imperio romano.
Los trabajos arqueológicos e históricos recientes conducen a la revalorización de este período y, en particular, a dos aspectos característicos de la época: la importancia de los grandes reinos dirigidos por las dinastías de origen griego o macedónico (
Lágidas, Seléucidas, Antigónidas, Atálidas, etc.), unida al cometido determinante de decenas de ciudades cuya importancia fue mayor de la idea comúnmente aceptada durante mucho tiempo.

Los HopLitas

El hoplita formaba parte de la infantería pesada, el foco central de la guerra en la Antigua Grecia. La palabra hoplita (del griego ὁπλίτης, hoplitēs) deriva de hoplon (ὅπλον, plural hopla, ὅπλα), lo que quiere decir «artículo de armamento» o «equipamiento». Era un soldado de infantería pesada, en contraposición al gimneta (griego antiguo γυμνής, gumnếs) y al psilós (griego antiguo ψιλός}}), soldados de infantería ligera.
Estos soldados aparecieron probablemente a finales del siglo VII a. C . Formaban parte de una milicia ciudadana, armada como lanceros y con una formación de falange. Éstos eran relativamente fáciles de armar y mantener, y además podían pagar el coste del armamento. Casi todos los griegos conocidos de la Antigüedad lucharon como hoplitas, incluso filósofos y dramaturgos.
Desde la formación de los hoplitas como milicia, no recibieron permanentes ataques y las campañas eran cortas. La excepción de esto eran los guerreros espartanos, que eran soldados especializados, y que tenían en sus estados tierras asignadas a las clases bajas que eran quienes se encargaban de ellas. Los ejércitos marchaban directamente hacia su objetivo. Allí, los defensores podían esconderse tras las murallas de la ciudad, en ese caso los atacantes debían contentarse con hacer estragos en el campo; aunque los primeros también podían decidir encontrase con ellos en el campo de batalla. Las batallas entonces tendían a ser decisivas. Eran cortas, sangrientas y brutales, por lo que se necesitaba un alto grado de disciplina.
Ambas fuerzas se alineaban en una llanura, con una formación rectangular aproximada, alrededor de ocho filas, aunque esto variaba. Otras fuerzas eran menos importantes; como los hippeis (caballería), que se situaban en los flancos, y tanto la infantería ligera como las tropas que lanzaban proyectiles eran insignificantes. Los hoplitas más conocidos eran los hoplitas espartanos, que eran entrenados desde su niñez en el combate y en la guerra, para convertirlos en una fuerza de ataque superior y excepcionalmente disciplinada.

El espLendor de Atenas

La vicoria sobre los persas

Los persas (en griego:Πέρσαι) es una tragedia de la Antigua Grecia escrita en el 472 a. C. por Esquilo. Está ambientada en la Batalla de Salamina, correspondiente a las Guerras Médicas. Es la obra teatral más antigua que se conserva. También destaca por ser la única tragedia griega basada en hechos contemporáneos.
Se produjo en
472 a. C. junto a otras tres obras, que no sobreviven, pero que probablemente se relacionaban también con las Guerras Médicas. La primera obra, Fineo, se dedicaba aparentemente a la figura mitológica Fineo, quien ayudó a Jasón y los Argonautas a pasar a Asia. Los persas era la segunda parte. La obra destaca especialmente al ser la única tragedia griega que se conserva que se basó en auténticos hechos históricos, básicamente, la Batalla de Salamina. Esa batalla tuvo lugar en el año 480 a. C., sólo ocho años antes de que se representara Los persas. Esquilo había participado en la batalla, y es muy probable que la mayor parte de su público ateniense también participase o se viera afectado directamente por ella. Glauco Potnieo, la tercera parte, parece haber tenido como tema la batalla de Platea de 479 a. C. La cuarta obra, un drama satírico, podía haberse referido a Prometeo.

Los griegos también fundaron colonias en la península ibérica. La colonización comienza hacia el siglo IXa.C. Sin embargo, la presencia griega es menos clara que la fenicia. Las fundaciones griegas llegan de Massalia (Marsella, 650 a.C.) fundada por los focenses, como una etapa en su ruta con Tartesos. Se funda Rode (Rosas) en el siglo VIII a.C., Emporio (Ampurias) hacia el 600 a.C. Se supone que fundaron más colonias (Hemeroscopeion, Baria, Malaka, Alonis), pero probablemente no fueron más que centros comerciales, más o menos estables, de los que no quedan restos. Rode y Emporio funcionaron como ciudades estado y acuñaron moneda. No es de extrañar que entre las ciudades fenicias y las griegas hubiese un intenso comercio.
El comercio con los indígenas fue del mismo tipo que el que tuvieron los fenicios: iban buscando lo mismo, metales, principalmente cobre y estaño, y en menor medida oro y plata. Estos metales se cambiaban por tejidos, joyas, adornos, perfumes y cerámica. Pero las colonias griegas de Rode y Emporio tuvieron una mayor vocación de permanencia y de explotar el espacio circundante. Las naves griegas disponian de un gran casco para alojar la carga y utilizaban velas para navegar. Las colonias se situaban en terrenos favorables para la agricultura.Alrededor del recinto urbano se encontraban los campos de cultivos y el puerto.


lunes, 8 de junio de 2009

La vida cOtidiana en AtenaS

La vida cotidiana de los varones atenienses era muy diferenta a la de las mujeres. El ciudadano ateniense, fuera rico o pobre, vivía todo el día fuera de su casa. Trabajaba en el campo o en la ciudad, se reunía en el ágora o asistía a la Asamblea. Si era rico, tenía, seguramente, un buen número de esclavos que realizaban las tareas por él. Su hijo varon asistía desde los 6 años a la escuela, acompañado de un “pedagogo”. Allí aprendía a leer, a escribir y a contar; a recitar los poemas de Homero, a tocar instrumentos musicales. También se le instruía en ejercicios físicos: carreras, saltos, lanzamiento del disco o de la jabalina. Alos 15 años, estaba pronto para recibir el entrenamiento militar necesario para defender a su polis; terminado el mismo, a los 20 años ya era ciudadano ateniense.

jueves, 4 de junio de 2009

Alejandro Magno

(Alejandro III) Rey de Macedonia (Pella, Macedonia, 356 - Babilonia, 323 a. C.). Sucedió muy joven a su padre, Filipo II, asesinado en el 336 a. C. Éste le había preparado para reinar, proporcionándole una experiencia militar y encomendando a Aristóteles su formación intelectual.Alejandro Magno dedicó los primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo para rebelarse. Y enseguida -en el 334- lanzó a su ejército contra el poderoso y extenso Imperio Persa, continuando así la empresa que su padre había iniciado poco antes de morir: una guerra de venganza de los griegos -bajo el liderazgo de Macedonia- contra los persas.



Con un ejército pequeño (unos 30.000 infantes y 5.000 jinetes), Alejandro Magno se impuso invariablemente sobre sus enemigos, merced a su excelente organización y adiestramiento, así como al valor y al genio estratégico que demostró; las innovaciones militares introducidas por Filipo (como la táctica de la línea oblicua) suministraban ventajas adicionales.Alejandro recorrió victorioso el Asia Menor (batalla de Gránico, 334), Siria (Issos, 333), Fenicia (asedio de Tiro, 332), Egipto y Mesopotamia (Gaugamela, 331), hasta tomar las capitales persas de Susa (331) y Persépolis (330). Asesinado Darío III, el último emperador Aqueménida, por uno de sus sátrapas (Bessos) para evitar que se rindiera, éste continuó la resistencia contra Alejandro en el Irán oriental.Una vez conquistada la capital de los persas, Alejandro licenció a las tropas griegas que le habían acompañado durante la campaña y se hizo proclamar emperador ocupando el puesto de los Aqueménidas. Enseguida lanzó nuevas campañas de conquista hacia el este: derrotó y dio muerte a Bessos y sometió Partia, Aria, Drangiana, Aracosia, Bactriana y Sogdiana. Dueño del Asia central y del actual Afganistán, se lanzó a conquistar la India (327-325), albergando ya un proyecto de dominación mundial. Aunque incorporó la parte occidental de la India (vasallaje del rey Poros), hubo de renunciar a continuar avanzando hacia el este por el amotinamiento de sus tropas, agotadas por tan larga sucesión de conquistas y batallas.




Con la conquista del Imperio Persa, Alejandro descubrió el grado de civilización de los orientales, a los que antes había tenido por bárbaros. Concibió entonces la idea de unificar a los griegos con los persas en un único imperio en el que convivieran bajo una cultura de síntesis (año 324). Para ello integró un gran contingente de soldados persas en su ejército, organizó en Susa la «boda de Oriente con Occidente» (matrimonio simultáneo de miles de macedonios con mujeres persas) y él mismo se casó con dos princesas orientales: una princesa de Sogdiana y la hija de Darío III.La reorganización de aquel gran Imperio se inició con la unificación monetaria, que abrió las puertas a la creación de un mercado inmenso; se impulsó el desarrollo comercial con expediciones geográficas como la mandada por Nearcos, cuya flota descendió por el Indo y remontó la costa persa del Índico y del golfo Pérsico hasta la desembocadura del Tigris y el Éufrates. También se construyeron carreteras y canales de riego. La fusión cultural se hizo en torno a la imposición del griego como lengua común (koiné). Y se fundaron unas 70 ciudades nuevas, la mayor parte de ellas con el nombre de Alejandría (la principal en Egipto y otras en Siria, Mesopotamia, Sogdiana, Bactriana, India y Carmania).La temprana muerte de Alejandro a los 33 años, víctima del paludismo, le impidió consolidar el imperio que había creado y relanzar sus conquistas. El imperio no sobrevivió a la muerte de su creador. Se desencadenaron luchas sucesorias en las que murieron las esposas e hijos de Alejandro, hasta que el imperio quedó repartido entre sus generales (los diádocos): Seleuco, Ptolomeo, Antígono, Lisímaco y Casandro. Los Estados resultantes fueron los llamados reinos helenísticos, que mantuvieron durante los siglos siguientes el ideal de Alejandro de trasladar la cultura griega a Oriente, al tiempo que insensiblemente dejaban penetrar las culturas orientales en el Mediterráneo.

martes, 2 de junio de 2009

Las poLis griegas


Polis (en griego πολις, poleis πολεις en plural) era la denominación dada a las ciudades estado de la antigua Grecia, surgidas desde la Edad Oscura hasta la dominación romana.
Polis se denominaba a la ciudad y al territorio que ella reclamaba para sí. Tenían un gran nivel de autocracia, si bien no del todo, lo que les garantizaba libertad, autonomía política y económica. No existía oposición entre lo urbano y lo rural, ni existían relaciones de dependencia; muchos residentes urbanos vivían de las rentas del campo, al igual que la gran mayoría de los aristócratas.
El centro político-administrativo-social de la polis era la Acrópolis, donde se encontraba el templo, la Gerusía, el ágora y los edificios civiles. El ágora era la plaza pública y mercado permanente. Rodeaba a la ciudad un anillo rural, en donde se cultivaba lo necesario para la supervivencia de la polis.
El tamaño de la polis era variado pero generalmente son de poca extensión. Como extremos se podían encontrar a Atenas con 2.600 km², y en isla de Ceos de 173 km² había 4 polis.
Tras la desaparición de la civilización micénica los griegos formaron pequeñas comunidades, que evolucionaron en el siglo VIII a. C., y se convirtieron en ciudades. Estas ciudades se conocieron con el nombre de "ciudades estado" o polis. A diferencia de las ciudades de los grandes imperios (Mesopotamia, Egipto, Persia), que estaban organizadas alrededor del palacio real y del templo, el centro de la polis lo constituía el ágora, un espacio abierto donde los ciudadanos acudían para comerciar y para intercambiar ideas.
El aspecto orográfico de Grecia hizo que las polis se situaran en su gran mayoría en territorios costeros de difícil acceso y en valles que estaban rodeados por montañas.
Las polis se constituyeron como una unidad política, social y económica de Grecia, pero si bien compartían una lengua, religión común, lazos culturales y una identidad étnica e intelectual que exhibían con orgullo, los habitantes de estas ciudades no pudieron fundar un estado unificado. Existía una gran rivalidad entre las diferentes polis, ya que consideraban que el reducido tamaño de cada una era lo más idóneo para practicar una adecuada política.
En el siglo VIII a. C., Jonia se encontraba al frente de la cultura y filosofías griegas y ciudades como Mileto y Éfeso siguieron floreciendo como centros de importancia durante el Imperio romano.
La Polis fue un elemento esencial de un período de experimentación política que tuvo gran influencia en las formas de gobierno que se adoptaron desde ese entonces alrededor del mundo.