En el siglo VII a.C., los griegos fundaron colonias en las costas mediterráneas de la Península Ibérica. Las más importantes fueron Rhode, Emporion, Hemeroskopeion y Mainake.
Desde sus colonias, instauraron un próspero comercio con los pueblos indígenas (tartessos, iberos). Entre los productos que comerciaban, los más preciados eran el oro, la plata, el cobre y el estaño.
El contacto con los griegos supuso para estos pueblos grandes avances: La difusión de la vid y el olivo, el conocimientode nuevas técnicas y la introdución de la moneda y de la escritura
martes, 9 de junio de 2009
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